Hace unas semanas veíamos cómo la Comisión Europea presentaba una hoja de ruta para una salida lo más coordinada posible del confinamiento y los estados de alarma o emergencia. Ahora lo hemos vuelto a ver, ya que acaban de anunciar unas guías para coordinar la desescalada ante la temporada de verano y los posibles efectos sobre el turismo.
La Comisión insta a todos los países miembro a levantar las prohibiciones al turismo de forma gradual, sin cuarentenas forzosas a quien venga del extranjero ni imponiendo el uso de pasaporte sanitario.
"Las orientaciones de la Comisión tienen como objetivo ofrecer a las personas la oportunidad de descansar, relajarse y respirar aire fresco. Tan pronto como la situación sanitaria lo permita, los ciudadanos deberían poder ponerse al día con amigos y familiares, en su propio país o a través de las fronteras, con todas las medidas de seguridad y precaución necesarias", dice la comunicación. Para ello, "la prohibición generalizada a la libre circulación debería ser reemplazada por medidas más específicas. Si la situación de salud no justifica un levantamiento general de las restricciones", dice el texto, pues con un sistema "por fases y coordinado".
LAS TRES FASES DE LA UNIÓN EUROPEA
Fase 0: es la fase actual, con medidas muy restrictivas salvo trabajadores como por ejemplo los temporeros esenciales, transportistas o empleadores de fronteras.
Fase 1: en esta segunda fase es cuando deberían levantarse paulatinamente los prohibiciones más severas, "empezando por las regiones, áreas y Estados Miembros con una evolución positiva y una situación epidemiológica similar". Bruselas cree que en esta fase, "se debería facilitar el tránsito por razones profesionales, personales y turísticas".
Fase 2: todas las limitaciones y controles fronterizos desaparecerían, pero manteniendo las medidas sanitarias apropiadas. Y el movimiento en toda la UE debería estar permitido. El paso de una situación a otra debería ser cauteloso y flexible, explican, permitiendo el retroceso si fuera necesario.
En resumen, la Comisión se centra en recuperar la normalidad lo antes posible, pero con precauciones: sugiere por tanto una invitación a la desescalada gradual. Una apuesta por establecer corredores entre zonas razonablemente seguras, que pueden corresponder a países o regiones.
Hay recomendaciones concretas por cada medio de transporte, desde reducir el número de personas en trenes, autobuses o aviones (pero no forzosamente prescindir del asiento del medio), que no haya venta a bordo, hacer obligatorio el acceso a gel desinfectante, apertura automática de puertas, compra de billetes sólo online, entre otras.
Sin embargo, creen que las cuarentenas no son una buena solución ya que carecen de sentido o de proporcionalidad cuando se habla de países vecinos, en situación epidemiológica similar y que han aplicado medidas de confinamiento o distanciamiento social equivalentes.
Tampoco hay referencias a los pasaportes sanitarios como requisito o herramienta para poder viajar al extranjero, mediante el que sólo quienes han desarrollado inmunidad y tengan análisis médicos puedan desplazarse.
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