El estado de alarma por fin ha finalizado y atrás queda el confinamiento que nos tuvo más de dos meses encerrados en casa. Con la vuelta a la normalidad, regresan también los viajes y las comunidades autónomas relatan cómo observan la temporada de verano con ilusión, energías renovadas y muchas novedades.
Andalucía: más que sol y playa
El director gerente de Turismo y Deporte de Andalucía, Alberto Ortiz, se muestra seguro de que el sector turístico “va a responder de forma ejemplar” a la reactivación porque “cuenta con los mejores profesionales, la experiencia y la unidad necesaria para afrontar la crisis”.
Ortiz destaca que Andalucía tiene como ventaja que “su oferta es muy diversa y estructurada”. Abarca desde sus costas, hasta los espacios naturales, pasando por la cultura y patrimonio de sus pueblos y ciudades.
Además, según detalla Ortiz, Andalucía cuenta con “una de las mejores plantas hoteleras del mundo”, con 320.000 plazas en ocho provincias, y recientemente se ha aprobado un nuevo sistema de clasificación hotelera que fomentará “la competitividad del sector”.
La vida de los núcleos urbanos
Las grandes urbes españolas, Madrid y Barcelona, presentan numerosas novedades este verano. Para la capital española, “la prioridad es la reactivación del sector turístico”, según explica el director de Turismo de Madrid Destino, Miguel Sanz.
Para ello, tienen programadas varias fases: primero se dirigirán a los propios madrileños, para continuar con el turismo nacional, europeo e internacional.
Sanz señala que Madrid dispone de una “oferta cultural única”, y pone en valor su patrimonio y su gastronomía. Sin olvidar, por otra parte, “sus espacios verdes” y que es “la única ciudad del mundo que tiene a menos de dos horas nueve enclaves Patrimonio de la Humanidad”.
Barcelona, por su parte, pone el foco en los tres ámbitos que componen el atractivo del destino: la oferta cultural, la gastronómica y la comercial.
Asimismo, la directora general de Barcelona Turisme, Marian Muro, destaca intangibles como “el estilo de vida y los atributos como sociedad abierta, mediterránea y muy social”, que hacen de la Ciudad Condal “un destino atractivo, tanto para negocios como para visitarla”.
Por otro lado, Muro considera que es un buen momento para que el sector turístico “dé un paso adelante” y efectúe un cambio “por ejemplo, en la sostenibilidad”, que ya este ámbito pasará de ser “preceptivo a obligación”.
Cataluña: mar y montaña
En Cataluña, no solo Barcelona se ha preparado a conciencia para la reactivación turística. David Font, director de la Agencia Catalana de Turismo, considera que la “calidad y diversidad de la oferta de Cataluña, sumadas a un clima y paisaje privilegiados, la convierten en un destino idóneo para multitud de viajeros”.
Font considera que la adaptación a las nuevas necesidades traerá oportunidades “para seguir trabajando en la diversificación, desconcentración y desestacionalización del turismo, a través de experiencias vinculadas a la cultura, la naturaleza, la enogastronomía y actividades de turismo activo”.
Para avanzar en ese objetivo, Cataluña dispone de “una amplia gama de infraestructuras y espacios turísticos, que responden a altos estándares de calidad”, y cuentan con “profesionales de primer nivel preparados para dar la mejor respuesta a los turistas”.
Una incursión hacia el interior de la comunidad autónoma nos lleva hasta la provincia de Lleida. “Pocos destinos como este ofrecen al visitante unos paisajes tan cautivadores y variados donde se puede disfrutar durante las cuatro estaciones del año”, sostiene el director de Promoción y Marketing del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Julio Alegre.
La oferta turística de la provincia abarca desde la naturaleza y las actividades al aire libre, hasta “el rico patrimonio cultural, con las iglesias románicas de la Vall de Boi, Patrimonio de la Humanidad, como uno de sus principales exponentes”, apunta Alegre. Asimismo, el directivo pone el foco en la “gastronomía y los productos gastroalimentarios”.
La oferta alojativa es también amplia en Lleida. Cuenta con 400 establecimientos hoteleros, más de 60 campings y 650 casas de turismo rural. “Sin olvidar la posibilidad de alquilar un apartamento turístico o pernoctar en establecimientos singulares como nuestros refugios o albergues”, añade Alegre.
Estilo Mediterráneo
También en el arco Mediterráneo se sitúa la Comunidad Valenciana, una región que, según el secretario autonómico de Turismo de la Generalitat Valenciana, Francesc Colomer, lleva años trabajando en el desarrollo de experiencias complementarias al sol y playa, “para ayudar a desestacionalizar y acercarnos a otros mercados que buscan productos diferentes”.
“Sin duda es momento de reforzar nuestra imagen como un destino diverso, plural, de calidad y, sobre todo, seguro”, explica el responsable de turismo, mientras pone de manifiesto que la comunidad autónoma ya está implantando las medidas de seguridad oportunas.
Colomer considera que el sector turístico va a reaccionar con “esperanza, tesón y responsabilidad” porque “siempre ha sabido estar a la altura de las circunstancias y sabe sacar lo mejor de sí mismo cuando vienen mal dadas”.
El producto estrella de la Región de Murcia también es el sol y playa, pero, al igual que la Comunidad Valenciana, desean poner en valor que el destino cuenta con una gran diversidad de opciones.
“En un mismo día se puede disfrutar tanto de una jornada de playa, como de una visita cultural a una de nuestras ciudades, de una degustación de vinos en un entorno rural o de un bautizo de buceo”, destacan desde la Consejería de Turismo, Juventud y Deportes de la región.
Asimismo, apuestan porque la respuesta del sector turístico en la reactivación de la actividad “irá enfocada a la calidad de la oferta, la diferenciación y la sostenibilidad” y pronostican que, para lograrlo, la innovación contará con un papel determinante.
La diversidad de las islas
Canarias y Baleares, dos territorios donde el turismo es la piedra angular de la economía, poseen numerosos encantos de cara a la vuelta a la actividad.
“Canarias es un destino maduro, y cada una de las islas tiene su propio encanto”, explica la consejera de Turismo, Industria y Comercio, Yaiza Castilla, quien pone de manifiesto que cada una de las islas dispone de “una red de alojamientos que van desde las cinco estrellas lujo hasta el turismo rural”.
En lo relativo a la oferta complementaria, Castilla destaca, como no podía ser de otra manera, el sol y playa, pero también otros productos que les permiten “ser atractivos para los viajeros que tienen motivaciones como el deporte en la naturaleza, las actividades al aire libre, el senderismo, la cultura, el patrimonio o la gastronomía”.
Para Castilla, el sector turístico “está preparado y, además, ha aprovechado estos meses de turismo para mejorar procesos y renovar instalaciones”, tal y como ha sucedido, por ejemplo, en la isla de La Palma.
Por su parte, las islas Baleares ha sido la primera comunidad que se ha abierto al turismo internacional, tras haber formado parte de un proyecto piloto emprendido por el Gobierno central, que ha permitido la llegada de 1.400 alemanes al archipiélago durante las últimas semanas del mes de junio.
Los paisajes de la España Verde
El paisaje cambia enormemente a miles de kilómetros de los dos archipiélagos españoles. En la España Verde, las hermosas playas se entremezclan con la naturaleza.
Es el caso, por ejemplo, de Galicia, una comunidad con más de 1.600 kilómetros de costa con 16 rías, más de 100 puertos y 900 playas. “Es un destino natural por excelencia y eso es algo que cobra especial importancia en un escenario como el actual”, explica el conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez.
En la región destacan, además, el geoparque mundial declarado por la Unesco, situado en la provincia de Lugo y otros como el de O Courel o las Islas Cíes. Asimismo, el conselleiro pone el foco en las celebraciones gastronómicas, bienes culturales como la Ribeira Sacra y “recursos Patrimonio Mundial” como la Ciudad Vieja de Santiago de Compostela.
A nivel de infraestructuras, Rodríguez apunta que la planta alojativa ha crecido hasta sumar 54.000 plazas, en las que tiene gran importancia el turismo rural. La región también ha efectuado inversiones en seguridad, como el plan ‘Galicia destino seguro’.
A pocos kilómetros de Galicia se sitúa Asturias, que cuenta con siete espacios declarados Reserva de la Biosfera por la Unesco, kilómetros de costa y el último refugio del oso pardo.
“Ello sin olvidar nuestra gastronomía o la especialización de nuestro turismo activo”, explica la viceconsejera de Turismo de la región, Graciela Blanco, que pone el foco en la “sostenibilidad, la calidad y el alejamiento de toda masificación del destino”. Unas características que pueden también aplicarse a los alojamientos, “de escala humana y centrados en cumplir con las expectativas de las personas”.
Blanco destaca, además, que el sector turístico “ha estado a la altura de las circunstancias”, porque “se ha volcado en apoyar, proponer y construir ante un reto que nos implica a todos”.
También en el País Vasco el sector “está respondiendo de manera ejemplar”, según Sonia Pérez, consejera de Turismo, Comercio y Consumo del País Vasco, quien apunta que “muchos establecimientos han contemplado la crisis como una oportunidad de mejora y han adoptado iniciativas de modernización”.
Pérez resalta que los viajeros “encontrarán un entorno seguro, preparado y profesional en el País Vasco”, gracias a los protocolos de actuación que se aplican desde el inicio de la desescalada.
Entre los variados atractivos del País Vasco, su consejera de Turismo destaca los destinos urbanos, la Costa Vasca, popularizada gracias a obras de ficción como ‘Juego de Tronos’, el turismo de naturaleza y, por supuesto, la gastronomía.
Con el País Vasco, colinda Cantabria. Ambas comunidades comparten ciertos atractivos como su diversidad. “En un mismo día puedes disfrutar de una jornada de playa e ir a dormir a una casa rural con encanto en cualquier pueblo de interior”, afirma la consejera de Educación, Formación Profesional y Turismo del Gobierno de Cantabria, Marina Lombó.
Tal es la diversidad, apunta Lombó, que “el 55% de los viajeros repiten visita a Cantabria y la mitad de éstos más de 10 veces”. En Cantabria encontrarán, entre otras cosas, “una gran oferta de turismo rural con 780 alojamientos”, y un sector turístico que responderá “con profesionalidad y compromiso desde el punto de vista del servicio y la seguridad’.
Los encantos del interior
Para terminar, el interior de España alberga numerosos atractivos y lugares por descubrir. La directora general de Turismo de Navarra, Maitena Ezkutari, sostiene que la región es “una referencia dentro del turismo rural” y destaca la amplia oferta en actividades como el senderismo, el ciclismo, el turismo activo, la actividad gastronómica, con especial atención en el consumo del producto local y “una inmejorable oferta de restaurantes”.
Ezkutari confía en que el sector salga reforzado. Para ello, Navarra ha impulsado un plan de acción que busca recoger valores como la digitalización, la calidad, la sostenibilidad y la competitividad.
En la misma línea, la directora general de Turismo del Gobierno de Aragón, Elena Allué, pone de manifiesto que el sector turístico “ha demostrado en otras crisis que puede generar riqueza y recuperar los puestos de trabajo en un breve periodo de tiempo y contribuye, además, en la lucha contra la España vaciada”.
La comunidad autónoma se promocionará como un destino “seguro y sostenible”, en el que el turismo rural también tiene “un papel muy destacado”, según explica Allué. Sus atractivos, añade, “suponen conocer un territorio lejos de las masificaciones de los destinos de sol y playa”.
Adicionalmente, Allué resalta la “excelente y variada red de alojamientos rurales” que ofrecen posibilidades de ocio para viajar en familia, hacer senderismo, ‘slowdriving’, actividades en plena naturaleza y “un impresionante legado cultural y patrimonial”.
Pero el interior de España cuenta con más rincones por explorar. Extremadura, por ejemplo, se presenta como un destino tranquilo y seguro donde reencontrarse con la naturaleza, pasear por las dehesas y descubrir espacios protegidos.
Castilla y León apostará por el turismo nacional y para ello se encuentra trabajando en un sello de calidad que dé tranquilidad a sus visitantes. La vecina La Rioja invita a los viajeros a redescubrir la región y reactivar la actividad turística, y Castilla-La Mancha ha puesto en valor sus cualidades como destino seguro y sostenible.
Todos ellos trabajan, con gran ilusión, para recibir de nuevo a los turistas que tanto han echado de menos.
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